Do what makes you happy!

 

Most of us, nowadays, work because we need the money to pay our debts and in the long run end up unhappy. What would happen if you created something that could change all that?

Today in Inspired by Paws, we will meet the Canine Boss, Mariko Miyake, the creator of Pawmiscuous.

How did your project began?

I was working in Real Estate prior to starting this business and was unhappy for the longest time. Pawmiscuous started in 2016 as a dog walking/dog sitting business initially but it grew into a brand of dog apparel/accessories.

Who or what inspired you?

What inspired me was my love for dogs. I didn’t have my own dog at the time but I loved running into all the dogs in the buildings I used to work at. I would always see dog walkers in the neighborhood I used to work at, and thought I can do that too! I fostered for the first time and that gave me my dog fix while still building the business.

How did you come up with the name?

It’s funny because I spent so much time trying to figure out names for my business. Since it was initially a dog walking/sitting service, the name was difficult to come up with but I’m so glad I ended up choosing Pawmiscuous since my business went in a different direction. My coworker at the time had a Pomeranian and she would jokingly tag her photos with #pomiscuous and she suggested using Pawmiscuous. That’s how that name came out.

Does your dog’s personality influences in the branding of Pawmiscuous?

Absolutely! I didn’t adopt my dog Penny until the end of that year but she definitely fits the Pawmiscuous brand. She’s sassy, smart assy but also classy and that is what our brand is all about. I love making stuff for those dogs with a little attitude. It’s what Pawmiscuous is.

What is your dog’s name? breed?

Penny, Penelope (when she’s in trouble). She is a mutt. She was a rescue from Florida. I did the DNA testing and it came back as Beagle, Maltese and Dachshund.

What motivated you to do it?

I was so unhappy with my job and it made me into a person that I didn’t like. It was scary as hell to quit my job and give up salary/benefits but as hard as being an entrepreneur is, it was the best decision I made.

What steps did you take to make your dream come true?

I gathered the emails of all the clients I had worked with and just said: hey I am no longer with the company but I started a new venture in dog walking/sitting. Somebody from that email list complained and I ended up getting a cease and desist. From that one email I got some clients and I just had to network and market myself. Eventually, my primary focus became the dog apparel/accessories but I learned a lot from the dog walking/sitting part of it.

What do you think is the next step for the business?

I would like to build more wholesale accounts and collaborate more with likeminded brands. There’s just always room to grow when you own a small business.

Anything else that you would like to share with us?

Have patience when building your business. Always be nice to your clients, customers, people you meet in the industry. It goes a long way when you genuinely care about your customers and people you do business with.

Any advice that you can give other who want to open their business?

Be genuine and be yourself. I’ve built my brand around who I am and who my dog is. People can sense when you’re real and can relate to you.

 

 

My products might not be for everybody but that’s okay because there is something for everybody.

Muchos queremos cantarle cumpleaños a nuestros hijos perrunos, ¿cierto?

 

Max siempre lo he tenido en mente para esto,

es gracias a él que han llegado cosas buenas a mi vida.

Hoy conocemos un poco sobre la Canine Boss, Luz Marie Jiménez.

 

¿Cómo surgió tu proyecto?

Mi proyecto de Sweet Paw Gallery surgió después de comenzar a estudiar repostería. Me di cuenta que deseaba hacer bizcochos, pero no para humanos, sino para perros. Ahí fue que dije: “esto es lo que quiero y hacia allá voy”.

¿Cuál fue tu inspiración?

Mi inspiración total fue mi perro Max, un Siberian Husky, lo tengo desde los 40 días de nacido y ya hoy tiene casi 4 años. Cuando cumplió el primer año, le quería hacer un bizcocho para celebrar su vida, pero no había encontrado quien lo hiciera, hasta el año pasado que fue cuando dije: “lo haré yo, me voy a lanzar a esto, que pase lo que tenga que pasar”.

¿Qué cualidades de Max se ven reflejadas en la empresa?

La personalidad de mi perro es dulce y amorosa, justamente por eso la primera palabra del nombre de mi empresa es: “sweet”. Las cualidades que tiene Max que pienso que se ven más reflejadas en la empresa son: la amistad y el ser amoroso. Estas dos palabras que lo describen a él por completo son las mismas características con las cuales tratamos a todos nuestros clientes peludos, el trato está lleno de mucho amor y dulzura para todos los perritos.

¿Qué te motivó?

Lo más que me motivó fue mi deseo de hacerlo realidad. Las primeras veces no fue perfecto, pero continué, hasta que dí con el resultado que quería. La motivación más fuerte creo que fue escuchar cómo me retaban verbalmente y me decían que estaba loca, que eso no daría resultados y que nadie compraría mis productos. Esas palabras te hacen fuerte y hacen que digas: “voy a lograrlo y no solo por los que dijeron que no lo haría, sino por mi propia satisfacción, mi propio sueño”.

¿Qué pasos tomaste para hacer tu sueño realidad?

Los pasos que tomé para hacerlo realidad fueron básicamente los esenciales. El primer paso fue estudiar bastante sobre la alimentación de los perros. Me orienté sobre los siguientes temas: los alimentos que sí pueden comer, los que no, los que tienen beneficios para su salud y leí sobre nutrición. Esto fue porque no solo es hacer un bizcocho y ya, tienes que estar consciente de que si utilizas un ingrediente que sea dañino o le cause alergias, estás en graves problemas. Por tal razón, busqué toda la información que necesitaba y me aseguré de que estos bizcochos sean 100% tolerables para todos los perros.

 

¿Metas a largo plazo?

Mi visión a largo plazo es sencilla; quiero darme a conocer  lo suficiente, a tal nivel que no sea solo en Puerto Rico, sino que de alguna forma darme a conocer en los Estados Unidos y que sepan que aquí en Sweet Paw Gallery en San Sebastián, Puerto Rico se hacen los mejores bizcochos para mascotas. Nosotros estamos para complacer a tu peludo.

 

 

Somos muchos los que no sabemos en dónde dejar a nuestros perros al irnos de vacaciones

 

Su primer perrito fue la inspiración. Ellos la vuelven loca, pero son su vida. 

Hoy conocemos un poco sobre la Canine Boss, Kazahira Cabrero.

¿Cómo surgió tu proyecto?

Paws surge gracias a la necesidad y carencia de un lugar en dónde las familias pueden dejar a sus perros cuando salen de vacaciones. Las familias se pueden ir tranquilas al saber que sus perritos reciben trato personalizado y lleno de amor en un ambiente libre de jaulas.

¿Quién fue la inspiración?

Todo lo que es Paws es gracias a mi perrito Ali Tyler. No quería que pasara tanto tiempo solo; quería estar siempre con él. Todo el concepto está inspirado pensando en él.

¿Cómo la personalidad de tu perro influye en el “branding” de la marca?

El perrito de Paws (Blacky) tiene una nariz en forma de corazón. Así es Tyler…todo amor.

¿Qué raza son tus perros?

Tyler es un samoyed. Siempre soñé con tener uno y Ali llegó a mi vida en el momento justo. Él es mi hermoso travieso.

¿Qué cualidades tienen tus perros que se ven reflejadas en la empresa?

¡Muchas! El amor con el que recibimos y tratamos a nuestros huéspedes, los juegos y caminatas, el trato individualizado, los espacios amplios para jugar y descansar. Tenemos colores vivos que transmiten alegría.  Todo es por ellos y para ellos.

¿Qué te motivó?

La necesidad de poder trabajar haciendo lo que más que me gusta. Disfruto la compañía de mis perritos y quería ayudar a otras familias para que sus perros reciban un cuido que fuera apropiado para ellos.

¿Qué pasos tomaste para hacerlo realidad?

Mucha determinación y enfoque. No tenía conocimientos empresariales, por lo que tomé unos talleres que me dirigieron en el proceso. Cuando tienes una idea clara de lo que deseas ya tienes la mitad del camino recorrido.

¿Algo nuevo con lo que estés trabajando? 

Estoy trabajando en un blog de viajes para mujeres y madres. ¡Tengo muchas ideas! ¡Ahora a meterle toda la pasión y esfuerzo del mundo!